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DIALOGO DE UN MINISTRO CON DIOS




M: Dios mío, deseo servirte.

D: Pero mi voluntad es que primero estés limpio....


M: Dios mío, he decidido entregar mi vida a tu servicio.

D: Primero santidad, luego servicio.


M: Oh Jesús, tengo todas estas estrategias para hacer crecer tu obra.

D: Pero primero déjame examinarte y escudriñarte, corregirte y enderezarte y así, habilitarte para el servicio sobrenatural en mi obra.


M: Espíritu Santo, lo que más anhelo es predicar la Palabra con poder.

D: Recuerda que cada día tienes que estar en condiciones dignas para el servicio.


M: Dios mío, me siento bien al servirte.

D: Más vale obediencia que sacrificios y holocaustos.


M: Jesús mi prioridad siempre será servirte.

D: Permíteme primero desarrollar una relación de amistad contigo para que fluya lo mío en ti.



NO OLVIDES UNA ENSEÑANZA BÁSICA DE JESÚS:


"Quien quiera servirme, debe seguirme".

Juan 12.26a


PRINCIPIO:

La oración de humillación diaria abre las puertas para un servicio digno y agradable a Dios.



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